Aunque parezca ayer mismo el principio de las vacaciones, lo cierto es que, aunque todavía con un poco de modorra veraniega y algún que otro despiste, hoy me acabo definitivamente de caer del limbo en el que me había acomodado.
Un limbo donde el tiempo marcaba siempre como el reloj que he encontrado las 5 h. Una maravilla de reloj sin tiempo, o con todo el tiempo del mundo, a gusto del consumidor.
Un limbo donde el tiempo marcaba siempre como el reloj que he encontrado las 5 h. Una maravilla de reloj sin tiempo, o con todo el tiempo del mundo, a gusto del consumidor.
Ha sido el mejor invento del verano, lástima que haya que ponerlo ya en marcha y hacerlo funcionar como el mejor de los mejores relojes suizos porque el cole ya está aquí para muchos de nosotros y para otros a punto de llegar. ¡Empiezan los tiempos marciales! Todo en orden Mi Capitana me dicen mis hijos cuando les digo ¿Listos para marcharnos?. Veremos cuanto tiempo dura el orden y da paso al caos donde a Mi Capitana (osea una servidora) le dan ganas a cada minuto de tirarse por la borda.
Buen regreso a todos, cuidado con la caída libre del limbo, amortiguar el golpe con un poco/mucho de humor.
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